Pasamos unas diez horas al día delante del monitor del ordenador. Y sin embargo no sabemos casi nada de él. A menudo no sabemos ni siquiera cuanto mide, a pesar de tenerlo delante tanto tiempo. Tampoco sabemos si es el más adecuado para el trabajo que realizamos con él.

Hoy en ProdeX te vamos a dar una pincelada rápida, como siempre para no ocuparte mucho tiempo, sobre cómo elegir un monitor o qué monitor comprar. Además sabrás cual es la mejor manera de configurar tu monitor para el uso que le quieras dar. Vamos a intentar comentar sólo por encima algunos parámetros, y no seremos muy exactos en las definiciones. Preferimos que entiendas un poco los conceptos y profundices por tu cuenta o nos consultes, si algo te interesa con más detalle.

EL TAMAÑO

Lo que todos conocemos es cómo se mide el tamaño. Igual que los televisores. Medimos la diagonal, de una esquina a otra. Hoy en día estará bien un monitor entre 17 y 32 pulgadas (43-81 cm). Aunque parece que cuanto más grande, mejor, no siempre es así, porque depende de la distancia en la que lo instales y del espacio que tengas, y por supuesto de tus preferencias.

LA RESOLUCIÓN Y LA DENSIDAD DE PIXEL

También entendemos bastante bien lo que llamamos la resolución. Es la cantidad de píxeles de ancho y de alto que tiene la pantalla. Hoy no deberíamos conformarnos con menos de 1920 píxeles de ancho por 1080 de alto, lo que se llama HD o Full HD.

Sin embargo hay un concepto más importante que la resolución al que no prestamos atención, la densidad de píxel. No es más que la cantidad de píxeles que hay en una pulgada. Está claro que no es lo mismo tener 50 píxeles en una pulgada, que tener 100 píxeles en la misma pulgada. En el segundo caso todo se verá más nítido. En el primero puede que hasta podamos ver los puntos y contarlos uno por uno, y la imagen será mas tosca, como si fuera un fax de los antiguos en los que a veces no se leían bien las letras pequeñas.

Una buena densidad de píxel es la que está cerca de 100 píxeles por pulgada (PPI). Mientras más grande es el monitor, más resolución debería tener, para conservar la densidad de píxeles. Si el monitor es más pequeño físicamente, entonces la resolución puede ser también más baja, siempre que la densidad de píxel esté cercana a los 100 o más.

Se están poniendo de moda los monitores con resolución Ultra HD 4K (3840 x 2160 píxeles). Seguro que tendrás más de 100 PPI, pero antes de gastar tu dinero en un monitor como este, tienes que asegurarte que tu tarjeta gráfica también soporte esa resolución.

TECNOLOGÍA DEL MONITOR

O lo que es lo mismo, como se construyen los píxeles individuales. Todas las tecnologías dominantes hoy en día son LCD o LED, pero cambian en la manera como se sitúan los LEDs unos al lado de otros. Básicamente tienes la opción “TN” con su variante “VA” y la opción “IPS”. La segunda opción tiene más calidad de imagen, y puede ser interesante para ver películas, pero por contra provoca que sea más lenta, y esto puede ser importante si usas el monitor para jugar. Aquí hay que hablar de la tasa de refresco, o cuantas imágenes por segundo (FPS) es capaz de reproducir. Menos de 60 Hz (hércios) no deberíamos aceptarlo, mejor 120.

La tecnología del monitor es la responsable de las diferencias de precio cuando comparas dos monitores que te parecen iguales. Y tal como puedes ver, no siempre el precio más alto te dará el mejor resultado. Depende mucho del uso que le vayas a dar al monitor, puede que te convenga escoger la tecnología más barata, sin duda.

CONEXIONES

Vas a encontrar un gran número de siglas en este apartado, pero te lo ponemos fácil: “HDMI”. Este es el conector y la tecnología dominante a día de hoy (2016). El resto de conectores que tenga el monitor sólo son importantes si tu tarjeta gráfica no tiene HDMI, que sería muy raro, o si tienes uno de los nuevos conectores de última tecnología, y quieres aprovecharlos. HDMI incorpora también la señal de audio en el mismo cable, y así te ahorras una conexión más.

Ya que hablamos de ellos te los comentamos rápidamente para que hagas una elección correcta.

VGA es el conector más antiguo. Es analógico y deberías descartarlo salvo que no tengas otra opción. Lo cierto es que se ha conseguido una calidad excelente, pero no se puede comparar con las otras tecnologías.

DVI-A y DVI-D. A pesar de su parecido en el nombre, son siglas engañosas. DVI-A es la misma señal Analógica VGA pero dentro de un cable DVI. DVI-D es digital y tiene “la misma calidad” que HDMI, aunque puede incorporar la señal de audio, o no. Si tu ordenador no tiene HDMI pero sí dispone de DVI esta debe ser tu elección.

Displayport. Puede que acabe sustituyendo a HDMI en un futuro próximo, ya que permite una velocidad de datos más alta, más FPS y hasta 144Hz. También incorpora el audio. Aunque sólo lo debes elegir si tu tarjeta también dispone de este conector. Tiene varias ventajas más, técnicas, pero no vamos a extendernos aquí en ellas.

Thunderbolt. En resumen es un displayport para Mac. Si tienes Mac, pues este el el mejor conector.

Y por último hay que comentar que es muy habitual encontrar conectores USB en el monitor. Puedes usarlos para cargar dispositivos o incluso para ver fotos o vídeos sin la intervención del ordenador, pero hay muy pocos, y caros, en los que puedas conectar un teclado o un ratón.

ALTAVOCES Y TELEVISIÓN

Son dos opciones que puedes considerar cuando compras un monitor nuevo. Los altavoces probablemente no van a ser muy buenos. Si los quieres para escuchar música casi seguro que te defraudarán un poco.

Si quieres un sintonizador de televisión TDT, entonces necesitarás un cable adicional de antena. En realidad estarás comprando un Televisor con conexiones al ordenador.

¿CÓMO ELEGIR MONITOR?

Existen muchos otros parámetros sobre los que podríamos hablar como los niveles de brillo y contraste, pantalla táctil, ergonomía, ratio de aspecto, tipo de iluminación, tiempo de respuesta, espacio de color… pero vamos a dejarlo aquí y a ocuparnos de lo que de verdad te interesa. Te damos nuestra opinión con unos ejemplos.

Un consejo genérico, aplicable a todos los monitores: instala los “drivers” del monitor y de la tarjeta y configura la tarjeta de vídeo a la misma resolución  real del monitor. Cualquier otra opción, obliga a la tarjeta o al monitor a trabajar de una manera que no será óptima y debes tener una buena razón para hacerlo. Consúltanos si necesitas más información al respecto.

Si utilizas tu ordenador principalmente para trabajar con ofimática, o con programas de gestión, puedes usar un monitor de 19 ó 20 pulgadas, con resolución Full HD o algo menor. La conexión puede ser VGA, pero será muy conveniente que sigas el consejo genérico.

Si utilizas el ordenador para jugar el monitor puede ser más grande, de 22 a 24 pulgadas, si puedes situarlo a una distancia que te resulte cómoda. La resolución no debe bajar de Full HD en ningún caso. No compres un monitor con tecnología IPS aunque te digan que tiene mejor calidad de imagen. Usa un cable Displayport si tienes la opción.

Si te dedicas al diseño gráfico usa el monitor más grande que puedas, o usa varios monitores a la vez. Si tu tarjeta soporta Ultra HD, no dudes en comprar un monitor acorde. Displayport o HDMI son imprescindibles.

Por Internet vas a encontrar varias guías para escoger monitores actuales, según el uso que le vayas a dar, pero esperamos haberte dado la información para saber valorar qué datos son importantes para ti y para el monitor que necesitas.

Si necesitas alguna aclaración más o quieres comentarnos algo, déjanos un comentario a continuación. Y por supuesto si quieres mantenerte informado en pocos minutos, sobre temas de tecnología popular, suscríbete para que te avisemos cuando publiquemos un nuevo artículo.