Cada vez compramos más por Internet y todas las estadísticas afirman que el “e-comerce” se incrementará exponencialmente en los próximos años.

Podemos encontrar todo tipo de artículos y servicios sin movernos de casa, cómodamente, y comprar en tiendas de todo el mundo. Pero todavía tenemos un cierto temor al fraude y al robo de identidad.

En este artículo en el blog de ProdeX le explicamos cuales son las normas básicas que debemos seguir para hacer una compra segura.

Investigar al vendedor.

Algunas veces no es necesario puesto que lo conocemos sobradamente. Quizá porque también tiene tienda “física”, es una conocida cadena de grandes supermercados por ejemplo, o quizá porque está en boca de todos como algunas muy conocidas tiendas de libros o música.

Si nos la aconseja un conocido porque él ha comprado y está muy contento con su experiencia, también podemos estar relativamente tranquilos.

Pero en otros casos hay que buscar referencias. Y para ello podemos usar nuestro buscador favorito con las palabras “estafa tienda-genial.com” por ejemplo, y analizar los resultados con sentido común. Aunque siempre hay alguien que considera su experiencia como una estafa, si nos encontramos cientos o miles de comentarios indicando que es una estafa, probablemente sea cierto.

Comprar en una web segura.

En general las tiendas virtuales en Internet suelen utilizar el concepto de carrito de la compra o cesta de la compra, que se va llenando con los productos que vamos seleccionando, incluso si sólo compramos unas entradas. Pero más tarde o más temprano llegaremos a una página donde debemos indicar la forma de pago. Esa página y las siguientes, donde empezaremos a introducir nuestros datos personales y probablemente los de nuestra tarjeta de crédito, debe ser necesariamente una página segura. Hay que prestar atención a dos detalles importantes. La dirección de la página debe comenzar por “https” (acabado en S) y nuestro navegador debe marcar de alguna manera que estamos en una página con seguridad, normalmente aparece el icono de un candado. Si hacemos clic en ese icono podemos consultar la información del certificado del vendedor, y comprobar también quién lo certifica.

Si al entrar en una página, aunque no sea una tienda virtual, el navegador nos advierte que hay un problema con el certificado, deberíamos desconfiar.
Esta precaución nos asegura que nadie más que el vendedor puede ver la información que proporcionamos.

Cuando demos nuestros datos, no usemos nunca contraseñas ni ofrezcamos más información que la estrictamente necesaria. No dejemos marcada ninguna opción de las que nos ofrecen que no queramos verdaderamente, como suscripción a noticias o publicidad, y similares.

Conocer el producto.

Cuando compramos en una tienda física a menudo podemos ver y tocar el producto pero por Internet sólo vemos algunas fotos y tenemos que fiarnos de lo que leemos. Por tanto es muy importante que sepamos lo que estamos comprando. Hay que asegurarse que el producto contiene todo lo que deseamos o necesitamos, y no dar por supuesto que nos lo entregarán con todos los cables, o las pilas, o las instrucciones, etc.

Comparar los precios en diferentes webs y huir de las superofertas. Si algo vale una tercera parte de su precio, es que hay “gato encerrado”.

La forma de pago.

Nuestro consejo es que siempre que sea posible utilicemos la opción “contra reembolso” aunque suponga un pequeño sobreprecio en algunos casos.

En la práctica la opción más utilizada es la tarjeta de crédito o débito. Hoy en día la página del vendedor suele redirigirnos a la web del banco, donde nos pedirán las claves que utilizamos habitualmente, sin que el vendedor tenga acceso a ellas.

Las nuevas opciones como PayPal, Google Wallet, 2CheckOut, WePay, etc, tienen la ventaja de que informamos los datos de la tarjeta una sola vez, y el vendedor nunca llega a tener esos datos, ya que estos sistemas son intermediarios. La lástima es que ninguno de ellos es de momento universal, como lo son las tarjetas de crédito. Y cada tienda acepta sólo alguno de ellos.

En breve el teléfono móvil se convertirá en un medio de pago de los más utilizados cuando el importe de la compra no sea muy alto.

Por último desaconsejamos el uso de la cuenta corriente salvo que tengamos una relación habitual con el vendedor.

Entrega y devolución.

Si la compra es de un producto físico (no descargable) hay que asegurarse que nos llega en perfecto estado, rechazándolo ya de entrada, si en el embalaje observamos algún desperfecto.
Una vez abierto comprobar que contiene todo lo que corresponde y que funciona correctamente. Conviene conservar el embalaje original unos días por si decidimos devolverlo.
Hoy en día las empresas de venta por Internet procuran dar un buen servicio también en las devoluciones porque les genera una publicidad favorable. En este punto hay que resaltar un detalle importante. En caso de tener alguna incidencia suele ser más fácil de resolver si la empresa vendedora es española ya que nuestra legislación protege bastante al consumidor.

Conclusión.

Técnicamente, comprar por Internet es bastante seguro. Sólo hay que tener algunas sencillas precauciones, en especial asegurarse que las cosas son exactamente lo que parecen.

Para saber más:

http://www.internautas.org/html/1709.html
http://elpoderdelosnumeros.org/noticias/de-compras/fdfsdfsdfs
http://aprenderinternet.about.com/od/ECommerce/a/Compras-Seguras-En-Internet.htm
http://www.portalprogramas.com/milbits/informatica/comprar-seguro-internet.html