Seamos sinceros, hasta hace apenas digamos… qué, ¿un par de años? Nadie había oído ni tan siquiera hablar de lo que era un “community manager”. Seguro que más de uno se encontró diciendo en su momento aquello de “Communitycualooorrll???” y, sin embargo, de un tiempo a esta parte, parece que estos “nuevos profesionales” están proliferando como hongos en un día lluvioso de otoño… es decir: ¡Que hay una “jartaaá” de ellos pululando por ahí!.
Y, ciertamente, para alguien que no sepa del tema, bien parece que hoy en día “cualquiera” pueda ser un community manager.
Nosotros en ProdeX pensamos que no es exactamente así, por eso esta semana, tanto si eres empresario como si te mueve simplemente la curiosidad, te vamos a explicar en qué consiste el trabajo de un “community manager” y qué debe hacer éste para ser realmente eficaz.
Haciendo la típica definición “de diccionario” podríamos decir que un community manager es la persona que se encarga, dentro de una empresa, de gestionar los contenidos de la web y de las distintas redes sociales además del tráfico que todo ello genera. Es el que, digamos, y en definitiva, se encarga de gestionar la comunidad online que posee dicha empresa.
Esto, dicho así, parece muy fácil de hacer pero la labor de un buen community manager va mucho más allá, créenos.
Para entender lo que hace este profesional tenemos que entender, y asumir primero, que la manera en la que las personas se relacionan con las empresas ha cambiado.
Te lo explicaremos con un ejemplo práctico… Imagina que necesitas los servicios de un informático, un buen informático claro, pues para tu empresa solo quieres lo mejor de lo mejor.
Hace 15 o 20 años habrías echado mano de las páginas amarillas, habrías marcado el primer número al azar y habrías esperado que, por «chiripa», hubieras escogido a un buen profesional, sin tener ningún tipo de referencia externa que hubiera determinado tu decisión.
Eso a veces salía bien, otras no.
Hoy en día el auge de Internet y de las nuevas tecnologías hace que la búsqueda se realice a través del ordenador. De ahí que en ProdeX creamos tan necesario tener una pág web de empresa.
Por lo tanto, y siguiendo con nuestro ejemplo, hoy en día te sentarías frente al ordenador y teclearías en el buscador de turno algo así cómo “Informático profesional para empresas”. Seguramente en la primera página de tu buscador aparecerían unas cuantas opciones y suponemos que dedicarías un tiempo a elegir entre esas 4 ó 5 primeras opciones que tu buscador te hubiera ofrecido.
Pero ¿Cómo elegir? En este caso es fácil: ¡elegirías a ProdeX claro! Jajaja… Vale, seamos serios. Pues elegirías suponemos, aparte de por el aspecto y la información que te ofreciera dicha empresa a través de su web, guiándote por algo que se llama “la reputación online”, es decir, elegirías según el prestigio o la estima que dicha empresa tuviera en Internet.
Pero este prestigio no se compra, ni surge de la nada, sino que se gana a través de la opinión favorable que los seguidores y usuarios de la empresa en cuestión hacen a través de las opiniones vertidas en foros, blogs, redes sociales…
Y es por ello que cualquier empresa que pretenda tener una presencia en Internet necesita sin duda de una figura que emplee tiempo y dedicación en crear y mantener una buena reputación online.
Así, si nosotros como usuarios apreciamos que a la hora de buscar en Internet encontremos webs con un buen diseño, elegantes y funcionales, que nos ofrezcan contenidos de calidad y que a la hora de solicitar información se nos dé un trato serio y profesional, como empresarios deberíamos ofrecer lo mismo a nuestros potenciales clientes, ¿No crees?.
Desgraciadamente muchas veces el empresario medio carece del tiempo y de los conocimientos necesarios para realizar esta función por si mismo.
Pero no cualquiera puede ser un buen community manager, no lo olvides. Es un error muy común asignar esta tarea al becario de turno esperando que éste vaya a dedicar más esfuerzos de los necesarios en promocionar nuestra marca. Probablemente dedicará escasos minutos de su jornada laboral a publicar, en el blog de empresa o en las redes sociales, lo que se le haya mandado, sin aplicar ninguna clase de criterio, mientras lo compagina con sus otras tareas habituales.
Dejemos pues de menospreciar el trabajo de los profesionales del sector, aunque este sea un sector ciertamente de muy reciente creación.
Nuestro community manager deberá ser ante todo una persona que nos merezca confianza, pues en sus manos pondremos la responsabilidad de cuidar de nuestra reputación online. Deberá tener también cierto grado de “formación”, pues elaborar contenidos para la web y las redes sociales requiere de un cierto grado de culturización y madurez emocional. Dominar el léxico, la gramática y la manera de expresarse, en definitiva, es vital, cosa que no cualquier chaval recién salido de la universidad es capaz de hacer.
No queremos pecar de pedantería, pero cierto es, que no es lo mismo publicar en las redes personales de cada uno que llevar la responsabilidad de publicar en el perfil de una empresa.
Deberá también dedicar su tiempo, ya no sólo al cuidado de los contenidos que se publican en la web y en las redes sociales, sino también a la observación de la reacción que en los potenciales clientes provoca la publicación de dichos contenidos.
También es importante tener una mente analítica y saber enfocar los datos recogidos a la consecución de los objetivos marcados por la empresa, ya sea a través de campañas publicitarias, elaboración de estrategias, trato con el cliente, etc.
Por lo tanto, un buen community manager deberá ser capaz de aplicar al entorno web, los criterios que se le hayan marcado en la empresa para conseguir los objetivos establecidos por la misma.
Y para todo ello, el community manager deberá poseer un dominio de lo que se ha venido en llamar hoy en día: «las herramientas de la web 2.0«, por tanto, cierto grado de conocimiento técnico es indispensable.
En resumen, sería como el encargado de llevar el departamento de atención al cliente virtual.
Como ves la figura del community manager resulta ser un poco más compleja de lo que a priori podía parecer. Y, aun podríamos ir añadiendo más matices a sus funciones si quisiéramos, pero en términos generales esperamos haberte dado al menos una idea más aproximada de lo que esta nueva profesión representa.
Por lo tanto desde Prodex, podemos concluir nuestro artículo semanal recomendándote que, si te estás planteando dar un poco «de vida y movimiento» a tu web de empresa, tengas en cuenta nuestros consejos y no confíes tu reputación virtual a cualquiera.
Cómo aquella famosa campaña publicitaria de los 90’s de aquella conocida marca de quesos que no vamos a nombrar… recuerda: «¡lo barato sale caro!». 😉
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